A primera vista se ve, no es muy difícil, que no estamos ante una película de terror. De hecho, en la ficha de la misma aparece el término comedia/comedia negra, si bien se podría dejar como único género en que encuadrar dicha obra. Doy por sentado que las votaciones negativas vienen de ahí, de equivocar la predisposición con que hay que enfrentarse a esta simpática y alocada nueva versión del muñeco más famoso de la historia...

Una vez se tiene claro lo que se va a ver, el resto lo pone la propia cinta, que ya se encarga de ofrecer un espectáculo casi continuado en el que es imposible el aburrirse. Así, se van sucediendo chascarrillos y escenas en las que la risotada está asegurada, al tiempo que nuestros adorables y diabólicos muñecos hacen de las suyas.

En serio, si no la has visto, olvídate de los prejuicios y prepárate para reírte de forma muy pero que muy sana.