Este thriller erótico, en el hotel de un pueblito mexicano en el que nos cuentan una historia de infidelidad, resulta con un ritmo exageradamente lento; que nos tiene al borde del bostezo. Las actuaciones femeninas están acordes. En cuanto a las actuaciones masculinas, resultan chatas, faltas de fuerza, incluso Damián Alcázar, un actor con cierto talento es frenado por un final absurdo que opaca por ejemplo la actuación de Mario Iván Martínez; a quien por cierto pienso que ese papel no le va. En fin, en resumen… una película buena a secas, que casi nos atrapa en un sentimiento de pasión, que alguna ves hemos sentido en carne propia y llegamos a ser empáticos con los personajes sobre todo al principio del filme. Pero definitivamente, los encuentros en la habitación azul, del hotel “paraíso” nos quedaron a deber parte de su intimidad.