Tras una brillante primera parte, donde nos presentan a estos 2 adolescentes, con todas las particularidades de su edad, son contradictorios, arrogantes, maniqueos, pero a la vez viviendo en hogares disfuncionales, sobre todo la chica, con un padre psicópata, interpretado de forma brillante por Bill Paxton, que le impregna un encanto nato, le da carisma, lo nutre, de hecho en la 2 parte de la película donde él esta ausente, un poco que se cae, se vuelve demasiado cursi al retratar lo sentimental, cosa entendible porque tratan sobre 2 chicos de 16 años, pero así todo, hay demasiada azúcar y hasta un poco de paja, toda esa parte la podrían haber eliminado y hacer la película 20 minutos más corta, realmente habría salido ganando.
Para la 3 parte, vuelve a recuperar a medias el ritmo, aunque le falta algo, ese ímpetu que tiene al comienzo y que ya no regresa del todo al final, es como si con la perdida de inocencia de estos adolescente, se perdiera también la vitalidad de la película.
Eso en el plano narrativo, en los demás es impecable, todos los actores hacen un buen trabajos, incluyendo los adolescentes, pocas veces he visto chicos tan talentosos, la dirección tiene mucho mérito al respecto, obviamente, también la fotografía es preciosa, retrata esa llanura canadiense como si fuera el paraíso.