Para ser un gore, hay que reconocerle que se anima a tocar temas polémicos, como el aborto, pero lo hace de forma contradictoria y grosera.
Lo más interesante quizás sea el asesino, habla y no es un personaje detestable.
Lo malo es que no saben aprovechar la idea, quizás mejor desarrollada y pulida, habría sido otra cosa, por ahí seguir con el humor negro del principio, el cuál dejan totalmente de lado una vez que comienzan los asesinatos.
Las interpretaciones en general dejan bastante que desear.