Una nueva película del subgenero falso documental, el cuál que ya se ha desvirtuado completamente.
Lo que hace este género tan atrayentes por sus realizadores, es que no tiene que buscar buenos actores, ni rostros conocidos, al contrario, mientras más desconocidos y principiantes sean, mejor, ni saber filmar bien, ya que los malos planos, las escenas desprolijas y todo lo que se vea amateur, rinde y hace "mejor" la película.
La historia es ridícula, aunque se le reconoce que tiene algunas escenas bastante perturbadoras.
Pero es aburridísima, a pesar de su brevedad, los diálogos son risibles en la mayoría de los casos, y la conclusión, patética.