Lo peor que le puede pasar a un provocador, es aburrir, y es lo que sucede con esta propuesta, más allá de lo barata, incoherente, estúpida, que es en algunos casos a propósito y en otros involuntario, lo que más genera es aburrimiento, esos 3 personajes verborrágicos, que en vez de generar risa por rechazo, solo genera sopor, esa parodia a lo políticamente correcto que de tan remarcado termina en nada, ese esperpento mal entendido, esa mezcla de estilos que quiere ser todo y termina sin ser ninguno, es una amalgama de cosas, una especie de vomito, tal vez eso si lo logró muy a medias su director, hacer algo trash, pero algo trash no chocante, ni trascendente, solo trash, como hay tantas cosas que lo son, y no por eso esta propuesta se convertirá en algún momento en obra de culto, ni mucho menos, o eso espero, ya que hoy en día innumerables bodrios lo son.