La presentación de personajes es buena, se empatiza con ambos, luego la primera parte de terror digamos que también, un poco robada de Blair Witch pero dentro de todo el paisaje irlandés de fondo compensa la poca originalidad, ya la segunda mitad es un despropósito absoluto.
Es falopa pura, de verdad que Mark Sheridan le debe haber dado duro a las drogas mientras la escribía y luego la filmaba, es una mezcla de videoclip, leyendas paganas, y boludeces varias. Se hace larguísima la segunda parte y eso que la película es corta pero dicen y hacen tantas estupideces que encima resultan redundantes que cuesta aguantarla. También las escenas se torna monótonas y asquerosas. Por momentos no supe si estaba viendo una comedia de terror, si ese tono de farsa era buscado o involuntario. La mayoría de los giros de la segunda parte se ven venir.
Yo no consumo pero esta película se la recomendaría a los que si, por ahí ellos después de fumarse un porro le encuentran sentido o por lo menos gracia a lo que cuenta.