Es complicado analizar una película como esta, porque hay tantas cosas diferentes que destacar, pero bueno a ver qué me sale.
Más allá de la película en si, su historia, desarrollo, elenco, dirección, esta por sobre todo y para mí lejos lo más interesante de la misma, que es la época en la que fue filmada, 1960, cuando el cine hollywoodense clásico iba muriendo lentamente, esta película es un buen ejemplo de ese cine a puro Technicolor y grandes estrellas, lleno de excesos para tratar de competir con la televisión que era la novedad en ese momento, aunque en general era un cine opaco, tieso, que ya se veía viejo para su época, frente al cine independiente y sobre todo al europeo de la nueva ola.
Ver como era Las Vegas hace 60 años, mucho más pequeña y sobria, los casinos por dentro muy diferentes a lo extravagantes que son ahora.
Después está la forma en la que los personajes hablan y se comportan entre si, en Estados Unidos desde el final de la segunda guerra mundial todo era en apariencia perfecta, y así lo muestra en esta película, como hablan y se mueven los personajes, todos elegantes, ladrones de guante blanco, mujeres aunque con poco dinero bien arregladas y maquilladas, y todo lo que no era "correcto" se ocultaba.
Y ahora hablando de la historia en si, la verdad que es de las peores películas de atracos que he visto, aburrida, lenta, plana, demasiado dialogada, con escenas larguísimas, exceso de personajes, la mitad de los atracadores sobran, apenas si tienen un par de parlamentos y ya, no sabemos nada de ellos, ni obvio empatizamos con ninguno ya que ni siquiera uno se llega a aprender el nombre.
La mezcla de tonos, por un lado es una comedia frívola con personajes que participan del atraco solo por la emoción, otros para demostrarse que es posible, pero también la historia del ex convicto padre de familia con una enfermedad terminal, sus escenas parecen una película aparte.
Creo que el mejor personaje para la trama y hubiera sido mejor si se centraran por completo en él es el de Peter Lawford, un pobre niño rico que se ha pasado la vida viviendo del dinero de su madre sin hacer nada de provecho por falta de iniciativa, y a quien lo que se le ocurre la idea que para "hacerse hombre" lo que necesita es robar los principales casinos de Las Vegas.
La película dura por lo menos media hora más de lo necesario, y uno no entiende por qué meten tanto relleno, sobre todo los 15 minuto que se centran en Cesar Romero, si bien para su final (que es lo mejor que tiene) era necesaria su participación, la podrían haber acortado o buscar otra forma de darle el mismo final a la historia.
Como dije el final no digo que salva la película porque no, pero la mejora un motón, es lo más sorprendente, ingenioso, cínico que pueda haber, y no te lo esperas, no sé si fue por el código Hays, que ponía estrictas reglas morales a las historias o por lo que fuera, pero en este caso les ayudó a darle un cierre excelente, de los mejores que he visto.