Empieza como el típico melodrama de mujer joven fatal que arruina al señor maduro inocentón, pero por suerte no se queda ahí, ese es solo un cebo, evoluciona, va mucho más allá y realmente es destacable para la época hacer una película de estas características dentro del modelo de los estudios, que no se quede en los estereotipos y el lugar común, sino que los reformule, ni la mujer resulta tan fatal, ni el maduro tan inocentón.
Es muy interesante y positivo que trascienda el cliché y sobre todo que analice y muestre el razonamiento de personajes que en cualquier otro melodrama hubieran sido villanos odiosos como Ana María y Don Guillermo, en cambio la película nos hace conocerlos, ver por qué son así, mostrarnos sus motivos, no los juzga. Igual Pablo que también su bondad había sido como le dice Guillermo, fácil, una vez que quiere ganar plata para darle una vida lujosa a su mujer, las cosas se complican y hay un conflicto entre su moral y su ambición.
Los diálogos también ayudan, suenan realistas en la mayor parte, no todos pero ya es bastante para el cine que se hacia en la época donde predominaban los parlamentos llenos de sentencias y cursilerías.
La dirección es destacable, como Soffici nos presenta a los personajes y también el tono lúgubre, expresionista del último tercio. También Soffici hace un gran trabajo como actor, era un muy buen interprete y acá queda más que demostrado. Diana Maggi también hace un buen trabajo como la (anti) mujer fatal, pero quien más me gustó fue Ricardo Galache, su Guillermo es muy interesante y logrado, le da el tono justo.