Un cazador furtivo, al que le sobran las balar, y le faltan neuronas, ya que un tipo que se ha pasado la vida cazando, no sabe distinguir a pocos metro a una venado, de una mujer con un sobretodo marrón, pues es ciego o idiota.
Después de dispararle accidentalmente a esa mujer, y ésta morir a causa del mismo, todo se derrumba en la vida del protagonista, se da cuenta que su mujer nunca volverá con él, que su amigo no es lo que él pensaba.
Lo malo es que todo transcurre en forma lenta, aunque con momentos de tensión, pero estos son demasiado breves, y los personajes no causan la menor empatía.
Al ser un thriller indie, o al menos al ser ese el estilo que su director quiere impregnarle, la película en momentos se vuelve aburrida, y le sobran unos 15 minutos.
Los actores no le aportan gran cosa, exceptuando William H. Macy en un pequeño personaje, no demasiado, pero el resto directamente no le aportan nada.