Es casi imposible empatizar con Addison, el molesto e irritante protagonista de ésta película, tampoco se puede interesar mucho en la trama, porque no sabe bien qué quiere ser, si un thriller, un drama adolescente o las 2 cosas a la vez.
Reitero lo caprichoso, inoportuno y fastidioso que llega a ser el protagonista, uno entiende que es un adolescente, que perdió a su madre y a su mejor amigo en poco tiempo, pero realmente lo que hace es patético, pone a su novia en peligro, se expone él, le importa un carajo la angustia que eso le genera a su pobre padre, llega un momento que hasta querés que el personaje termine mal.
Es aburrida, inconexa, por momentos se siente como si uno estuviera viendo partes de diferentes cortometrajes o videoclips.
Lo mejor, la presencia de Catherine Keener y David Strathairn, aunque no le sacan el provecho que deberían.