No conecté con ella. Tiene los elementos que me suelen gustar en un drama realista, pero no el tratamiento, es todo tan lento, aburrido, insulso y hasta diría en parte superficial.
Lo peor: que se regodea en las pequeñas incomodidades cotidianas que genera la incomunicación. Y da vueltas sobre eso una y otra vez, para meter 2 escenas, sí, solo 2 escenas tiernas en las casi dos horas que dura la película.
No profundiza en nada, es como que no quiere ir más allá, toma distancia de los personajes, no quiere en realidad conocerlos solo mostrarlos de lejos.
Que no va hacia ningún lado, es seca y opaca.
Lo mejor: el retrato de los treintañeros de clase media londinenses, criados con los valores y el código moral de postguerra y sin saber muy bien cómo adaptarse y prefiriendo ignorar a esa nueva sociedad que estaba emergiendo después de la revolución sexual de finales de los 60.
Las escenas de Sylvia e Hilda y las de ambas con Norman. También la de Pat, su madre y Hilda, llega a lograr lo que creo que la película intenta sin conseguirlo en la mayoría, que es cierta tragicomedia, o un drama intimista con dosis de humor cáustico.