Otro slasher que pasara con más pena que gloria, predecible hasta la médula, aburrido y lento como una noche sin luz eléctrica, realmente una propuesta de lo más mediocre, que durante 40 minutos es una adolescente enojada porque sus padres no la dejaron ir a un concierto, luego esa misma chica hablando con una mujer que se ocupa del seguro de su coche, la chica bañándose, la chica cenando con sus amigos, la chica peleándose con su ex novio y echándolo de la casa, para recién casi a la hora de comenzar la película, reaparezca el asesino, que tampoco es interesante, es solo otro psicópata enmascarado.
Lo único que se le puede reconocer a la película es su estilo clásico, incluso en la música incidental, copia absoluta de las de los 80s, pero sin la gracia que estas tenían, además la verdad que para ver una versión 2.0 de algo que no le agrega más que mensajes de textos al típico slasher, prefiero mejor mirar uno de hace 35 años.
Como curiosidad es ver a la protagonista, que interpretaba a la hija de la protagonista en The Good Wife, y que se nota que en la serie estaba mucho mejor dirigida que acá.