Bastante plana y muy irregular película de corte bélico, pero que más es un film de amor, con un tono de intriga.
Resulta que el guión está a cargo de Robin Maugham y de nada menos que el estimable también realizador Bryan Forbes, pero este al no estar tras las cámaras, deja el trabajo de rodar al entusiasta pero no muy dotado Brian Desmond Hurst, que tiene algún trabajo feliz, pero que aquí no acaba de encontrar el tono adecuado, resultando la peli al final bastante discreta.
Es rutinaria y tan sólo existen un par de buenos momentos, como el ataque del protagonista ayudado por los miembros de la tribu que le han cobijado a un convoy de soldados alemanes.
El resto es ver las evoluciones previsibles del amor entre los dos protagonistas, viendo el bello rostro de la para mí ignota actriz Anna-María Sandri.
Eso sí, la cinta tiene una maravillosa fotografía de Desmond Dickinson y la banda sonora de William Alwyn es portentosa, nada acorde con las varias veces anodinas escenas que muestra de mientras sentimos el placer de oír la bellísima música que las acompañan.
En definitiva, que la cinta deja que desear, olvidándose al de poquito de verse.
Agradable presencia del para mí siempre simpático Anton Driffing, que en esta ocasión y para no variar hace las veces de oficial alemán, resultando de veras chistoso en la escena en las que se hace fotos con un colega.

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