Curioso western de serie B, bien filmado, con honestidad y dignidad, por George Sherman, autor de un buen número de westerns, tanto en cine como en televisión.
Lo cierto es que, pese a comprobarse fácilmente que es una cinta más bien barata, tiene un estimable guión, que huye del camino mil veces transitado en las pelis del far west, para adentrarse por senderos melodramáticos, con tintes románticos y violencia contenida, pero a flor de piel.
Su primera mitad es convencional en cuanto a mostrar desde el comienzo las constantes de todo western que se precie: el consabido tiroteo, que recuerda un montón al ocurrido en O.K. Corral, el viaje en diligencia, acechando el peligro en cualquier esquina…
Sin embargo, una vez llegan los personajes a Socorro, lugar en expansión pero tumba de sueños y anhelos, el argumento deriva hacia el melodrama de sentimientos.
En Socorro, todo ocurre prácticamente dentro del saloom, donde los acontecimientos se van sucediendo como movidos por el destino, siempre caprichoso.
Un western barato, puede, pero digno y entretenido, que deja un buen sabor de boca por lo ameno del relato, por los buenos diálogos, y el estudio psicológico de algunos personajes (sigue en el spoiler)
Eficaces interpretaciones, con mención aparte para la dulce y siempre estupenda Piper Laurie y como siempre para el excelente Edgar Buchanan, en el papel del orondo y nervioso sheriff de Socorro.
Fotografía de amplios tonos rojizos, que hacen algo sombríos algunos interiores, mostrando el transfondo malvado de algunos personajes.

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