Muy mala película de acción, de esas que poblaban en añorados vídeoclubs las estanterías de medio mundo y las cogíamos con la esperanza de que resultaran atractivas, espectaculares, amenas...
Claro, viendo que trabajan los buenos de George Kennedy y Lance Henriksen (esta vez ¡haciendo de bueno!) y la siempre excelente Karen Black, muy por encima de sus tontos papeles que hizo en su última etapa, pues digo que viendo esto...
Pero no, es una bazofia, aburrida, sin sentido, con soeces y estúpidos diálogos y sólo William Forsythe, todavía en activo y siempre estupendo, logra insuflar de algo de vida y personalidad a su personaje, el jefe de los malos, tan tonto como los demás, pero peligroso, más por sus ideas que por los resultados obtenidos en sus escaramuzas.
Música de nada menos que Pino Donaggio y gratas presencias como el estimable característico, Leo Gordon, que tanto acompañó, casi siempre como antagonista, a estrellas como John Wayne, Robert Mitchum, Robert Taylor y tantos otro/as.
Insufrible bodrio.

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