Media votos
6,0
Votos
2.435
Críticas
2.420
Listas
0
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
- Sus redes sociales
-
Compartir su perfil
Voto de Constancio:
6
18 de noviembre de 2016
Sé el primero en valorar esta crítica
Sensible historia de amor "adulta", entendiendo por este matiz el que sus protagonistas no son adolescentes guapos, ni altos, ni... simplemente son seres humanos que se conocen, se atraen y se sienten felices al uno junto al otro.
Daniel Mann realiza de forma delicada este film, que rebosa elegancia formal y tonal, tan alejado del cine actual (2016) cuando todo son prisas y movimientos ultrarrápidos de cámara.
Aquí la historia se narra de forma tranquila, aunque sin pausas, pero con ritmo que permite contemplar a los diversos personajes, encariñarse con ellos y sentirlos cercanos.
No es nada espectacular ni tampoco, esa es la verdad, tiene ninguna escena por la que bastante tiempo tras su visión la podamos recordar, aunque bien es cierto que la escena del bar y los vasos es muy simpática. Es sencilla en su puesta en escena, y lo que se narra es la vida normal de una gente que sólo quiere ser feliz, amar y sentirse amados.
Estupendas interpretaciones, sobre todo la gran y me temo que hoy olvidada Shirley Booth, y un empaque técnico donde brilla la melódica banda sonora de Víctor Young y la brillante fotografía en blanco y negro del gran Ernest Laszlo.
Una cinta bonita, agradable, quizás no difícilmente olvidable, pero que nos hace sentirnos mejor personas por sus ideas del respeto hacia los demás, el sentido de la solidaridad, y de la entrega para con el ser amado.
http://filmsencajatonta.blogspot.com.es
Daniel Mann realiza de forma delicada este film, que rebosa elegancia formal y tonal, tan alejado del cine actual (2016) cuando todo son prisas y movimientos ultrarrápidos de cámara.
Aquí la historia se narra de forma tranquila, aunque sin pausas, pero con ritmo que permite contemplar a los diversos personajes, encariñarse con ellos y sentirlos cercanos.
No es nada espectacular ni tampoco, esa es la verdad, tiene ninguna escena por la que bastante tiempo tras su visión la podamos recordar, aunque bien es cierto que la escena del bar y los vasos es muy simpática. Es sencilla en su puesta en escena, y lo que se narra es la vida normal de una gente que sólo quiere ser feliz, amar y sentirse amados.
Estupendas interpretaciones, sobre todo la gran y me temo que hoy olvidada Shirley Booth, y un empaque técnico donde brilla la melódica banda sonora de Víctor Young y la brillante fotografía en blanco y negro del gran Ernest Laszlo.
Una cinta bonita, agradable, quizás no difícilmente olvidable, pero que nos hace sentirnos mejor personas por sus ideas del respeto hacia los demás, el sentido de la solidaridad, y de la entrega para con el ser amado.
http://filmsencajatonta.blogspot.com.es