Bastante irregular, pero a la vez entretenida película de ciencia ficción, de la que bien se podría decir que es un tebeo como los que leíamos de chavales (los de mi generación, claro).
Se desarrollo de forma algo arrítmica, con algunos tiempos muertos, como la explicación del porqué Carter ha llegado a Marte, pero también posee momentos simplemente maravillosos, como los que combinan epicidad e intimismo, como cuando Carter lucha en solitario contra una horda de seres marcianos y a la vez vemos en logrados flash-backs las consecuencias familiares de la Guerra de Secesión en el protagonista.
No es una película "moña" aún siendo de la productora Walt Disney, y aunque para todos los públicos tampoco se puede decir que sea para niños precisamente, dados sus momentos muy violentos, sus muertes y la clara exposición de lo que una guerra repercute en un ser humano.
Para mi gusto, sin ser redonda, ni mucho menos, sí que merece la pena ver pues ofrece un sano entretenimiento, con sus buenos momentos y un diseño de producción logrado y reparto efectivo, destacando no precisamente el protagonista, que cae simpático pero es bastante soso, sino su paternaire, una Lynn Collins que viene pegando fuerte.

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