Giallo con psycho killer dentro, que resulta mediocre en todos sus aspectos... pero se puede ver.
Con esto quiero decir que no es muy mala, tan solo está mal rodada, con Stelvio Massi dándole al zoom más de lo necesario.
Pero no aburre y la historia se sigue bien, habiendo un ritmo adecuado.
Al finalizar la proyección, si se reflexiona un poco nos daremos cuenta de que tiene momentos un tanto tontos y que la lógica no se impone, pero esto era algo consustancial con este simpático género que tanto éxito comercial tuvo en la década de, sobre todo, los setenta.
No es nada buena, pero tampoco molesta demasiado, si no se le exige mucha coherencia argumental. Además hay ocasionales toques de humor, siempre a cargo del inspector de policía y de su ayudante, como por ejemplo la escena del ascensor.
¡Ah! Y dos cosas: lo peor de todo es que es muy previsible. Casi a mitad de la peli se puede adivinar... casi todo. Y la segunda, que sale al comienzo nada menos que ¡Ilona Stander!.

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