Curioso y algo extraño western europeo (alemán), no porque no se entienda, que tiene fácil desarrollo argumental, sino porque une western típico, con comedia y con cine policíaco de intriga criminal. Todo ello de forma que, sorprendentemente, no deja mal recuerdo.
Y es que se puede decir sin temor a equivocarse que es mediocre en líneas generales, pero posee algo indefinido que le hace atractiva y, gracias a Dios, interesante y amena.
Se pasa bien el rato, el ritmo es sostenido y la pareja de protagonistas, Hardy Kruger y Stephen Boyd, ya algo lejanos sus mejores días en el cine, destilan personalidad y simpatía.
No es gran cosa, serie B, tirando a C, pero realmente simpática.
Como curiosidad, tiene un pequeño papel el jugador de fútbol alemán, toda una leyenda, Paul Breitner.
A destacar, también, la presencia de nuestros Mariano Vidal Molina y Luis Barboo, tan habituales en el western europeo, en esta ocasión casi casi de extras.

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