"Comanchería" es una pedazo de película de las que te dejan pensando días y semanas y meses tras verla. Es una película que invita a la reflexión y al debate, una pequeña gran joya salida del talento de un director escocés como es David Mackenzie, y qué asombrosa la habilidad de este director, cómo un chico escocés puede captar de forma tan magistral el ambiente, el sentir, la personalidad de una parte de USA tan característico como es Texas. Estado americano donde aún permanece vigente la pena de muerte, donde hace 150 años los indios comanches desarrollaban su forma de vida, donde cada ciudadano sale de casa armado hasta los diente, donde se creen que aún estamos en la época de los vaqueros. Si fuera americana, esta película me dolería hasta en las entrañas, con esa imagen tan desmoralizadora de este estado y de sus habitantes, donde la gente apenas tienen una ilusión en estos pueblos abandonados de la mano de dios en el país de las supuestas oportunidades. Cuenta el director, quién al final dedica la película a sus padres fallecidos, con un trío de actores en estado de gracia, empezando por el veterano Jeff Bridges, atractivo, enorme, con una presencia en pantalla inmensa, con un acento texano conseguido a la perfección, en busca del último trofeo que corone con éxito su carrera como ranger, siguiendo con un guapo Ben Foster quizás algo encasillado en papeles de chico malo pero con un gran talento innegable y finalizando con un sorprendente Chris Pine en el mejor papel de su carrera para mí. Maravillosa película.
"He sido pobre toda mi vida, como una enfermedad que pasa de generación en generación. Pero no mis hijos, ya no".
Un saludo,
Tess