Como muy bien comentaba el anterior usuario, seguimos con las maravillosas películas que nos regala últimamente Bruce Willis y ésta sigue siendo un trabajo muy en la línea de las anteriores, aburrida, sin interés ni emoción, con un Bruce Willis apático y desganado con muy poca presencia en pantalla en cuanto a minutos en ella y en cuanto a intensidad en su actuación, y con el interés centrado, básicamente, en la interpretación de sus compañeros de fatiga, en este caso un desmejorado Kevin Dillon, hermano del también actor Matt Dillon, un atractivo Frank Grillo al que vemos repitiendo junto a Willis y que parece haberse afiliado a él para hacer este tipo de películas, un interesante Leon y una insípida Brooke Butler.

Se hace eterna, aburre, se siente artificial, Willis sólo pone su nombre para dar luz verde al proyecto, sólo el interés de Grillo y Dillon por darle seriedad a sus personajes se pueden salvar de este despropósito.

Seguiremos atentos a lo que nos tiene que traer el maravilloso Willis a lo largo de este año pero la cosa sigue pintando muy mal.
Un saludo,
Tess