Desde luego no podía haber mejor apodo para Steven Spielberg que el Rey Midas de Hollywood porque todo lo que toca este director se convierte en oro. Esta entretenida película fue un enorme éxito de taquilla, un dinero curioso que se embolsaron cada uno de los que participaron en ella, desde el renombrado director de cine como el escritor creador de la novela inspiradora de la película y guionista de la misma, Michael Crichton, como cada uno de los actores que la interpretaron. No se puede negar que la película es entretenida de principio a fin, con unos efectos especiales y una recreación de ese parque de atracciones llenos de dinosaurios vueltos a la civilización maravillosos, con una banda sonora del compositor habitual de Spielberg, John Williams, que ya ha quedado para la eternidad y que pocos no tararearán cuando empieza a sonar, con unas interpretaciones más que correctas de todos y cada uno de sus actores. Sam Neill, correcto como ese arqueólogo de Montana poco amante de los adelantos tecnológicos, su novia, la paleontóloga interpretada por una maravillosa Laura Dern que conocería al que sería su pareja sentimental, Jeff Goldblum, durante el rodaje de esta película. Y este Jeff Goldblum también cumple como científico opuesto al proyecto de ese parque jurásico. El creador del mismo, el ya fallecido Sir Richard Attemborough, está perfecto como John Hammond. Samuel L. Jackson tiene un pequeño papel. Una película, en fin, que daría paso a una saga que aún continúa a día de hoy.
"Dios crea los dinosaurios. Dios destruye los dinosaurios. Dios crea el hombre. Dios destruye el hombre. El hombre crea los dinosaurios".