Iba a haber escrito Memorias de una gorda, pero me ha parecido mal; en estos tiempos hay que hablar con mucho tiento, no vale expresarse con la primera palabra que te venga a la mente, ni se te ocurra. No puedes, en determinadas circunstancias, señalar a un hombre de piel oscura diciendo, por ejemplo, que "Ha sido el negro", porque igual te llueven palos por todos lados y te matan. Habrá que decir: "Ha sido ese caballero tan apuesto llamado fulanito de tal".

Pero en este caso, Lina Morgan, más que nada actriz de revista que en el teatro (al final logró comprar el teatro de la La Latina) hacía mear de risa a quien iba a verla, por lo que se respeta al máximo el trabajo que hizo pues hacer reír en este mundo es algo de agradecer y mucho, representa a una mujer con sobrepeso que tampoco es tanto, es más bien llenita, y Lina cambia el registro que tanta fama le dio por el de un papel dramático. La nota de la película en esta página que nos ocupa es más bien baja, diría que muy baja, aunque para algunos un 3 y pico ya está bien, pero es más bien baja. No pretende la película sentar cátedra ni llegar a ningún sitio pero es una película curiosa y de cierta manera, conseguida.

Tampoco pretende seguir un camino serio y creíble, puede verse como una denuncia, la denuncia personal de una mujer que sufre cierto rechazo social, o así lo cree ella (vemos que el novio la deja para meter al espectador en el drama), y como la pescadilla que se muerde la cola, recurre a la bulimia nerviosa como acto de rebeldía. Respecto al papel de Fernán Gómez aunque a veces parezca un personaje de tebeo (comic), en el fondo es muy creíble, incluso en su parte final se hace tierno y conmueve, por lo que tiene una participación importante. Que el argumento pueda pecar de previsible tampoco es malo, la vida es muy previsible, tan previsible que quien sufra de traiciones, como esta secretaria que hace Lina, que no se queje, por eso mismo, porque las traiciones tenían que haberse previsto.

Las novelas de Luisa Mª Linares, a quien leí en tiempos, no son tampoco destacables para el lector de hoy, ya que de aquellos años a estos, el mundo ha dado la vuelta a todo, lo único es que son un claro ejemplo de la Novela Rosa y solían estar en las bibliotecas junto con aquellas de Julio Verne, Emilio Salgari, Puck y Los Cinco. Ésta parece un poco diferente a su estilo, pero la película en su conjunto es una película formal y adecuada a sus pretensiones que puede gustar; tiene un ritmo lento pero no torpe y evidentemente, no es película para todos los gustos.