Todavía le quedaron unos años al Duque para hacer otras películas del Oeste y un par de ellas policíacas. Inmenso el John Wayne en su salsa que es el Western, con su estampa de hombre duro, con su rifle, a caballo y con la tranquilidad apabullante que da la experiencia.

En Los Cowboys, el Sr. Anderson (John Wayne), ante la falta de mano de obra adecuada y aprovechando que seguían el mismo camino, contrata a un grupo de muchachos para que le ayuden a trasladar el ganado vacuno por las grandes distancias del Oeste. El mayor peligro aparecerá cuando unos ladrones pretenden quedarse con el ganado. Este es un film entrañable digno de dedicarle su momento. El interés se mantiene a pesar de tramos muy convencionales aunque la acción, los grandes paisajes y la aventura no falta viendo a ese viejo vaquero conducir las reses y enseñando el trabajo a los jóvenes vaqueros.

En lo que también ahonda el film es en ese momento clave en el que la juventud debe abandonar el hogar, despertar en la realidad de la vida, aprender un oficio, afrontar el deber y, encima, lidiar con los peligros que acechan en el camino. Así se madura. Aquí, en el lejano Oeste americano, el peligro está en ese siempre recordado Bruce Dern y sus bandidos que crean el ambiente propicio de intranquilidad, para que los aficionados al género pasen un buen rato.