Fred McMurray es el juez de un bonito pueblo. En el viejo Oeste, un juez sentenciaba a la horca a un tío y, a continuación, alegremente quedaba con la novia. Sin problemas, la gente era así de tajante. Hay que tener en cuenta que el reo había matado a un paisano, pero daba igual, si hubiera robado un caballo iba a la horca también. Como la Justicia en el viejo Oeste no hay nada.

El caso es que al pueblo llegan los hermanos y los primos del asesino juzgado con su particular sentencia. La película cuenta cómo el miedo se va adueñando de la población por las amenazas de esta gente para que dejen libre al condenado. Se prevé que el desenlace final será un enfrentamiento. La trama se queda algo escasa ya que no hay más incertidumbre que esa, una pizca de sentimentalismo y un romance no muy atractivo. El carácter técnico de la película es el de un episodio de serie televisiva.