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Voto de floïd blue:
5
4,7
7.961
Acción. Thriller
Will Sawyer, antiguo líder del Equipo de Rescate de Rehenes del FBI y veterano de guerra del ejército de Estados Unidos, ahora se encarga de evaluar la seguridad de los rascacielos. Durante un viaje de trabajo en China, se ve incriminado en el incendio del edificio más alto y seguro del mundo. Perseguido y a la fuga, Will deberá encontrar a los que le han tendido la trampa, limpiar su nombre y rescatar a su familia, atrapada en el ... [+]
13 de julio de 2018
48 de 70 usuarios han encontrado esta crítica útil
The Rock salta como Spiderman, corre a la pata coja, sujeta puentes con las riendas, escala como un hombre articulable y se cura su cuerpo rajado con cinta aislante, pero aún así, todo lo más a lo que podrá llegar, será a opositar como bombero, nada más. Está al borde de ser un súper héroe, pero no, en El rascacielos no consigue elevar la atención del drama, no consigue que se llegue a la emoción verdadera, y al final se queda todo en una simple espera de acontecimientos, más o menos previsibles.
Tocaré el tema de la familia, su familia, porque soy muy sensible con estos apartados. En este tipo de películas tragicómicas empieza a ser ya de juzgado de guardia los modelos familiares del padre héroe proteccionista, madre multiusos e hijos tipo modelo playmóvil, es penoso lo dulzona que resulta la familia con tanto jugo de melocotón en almíbar destilando desde que se levantan hasta el ocaso del día. Es que la relación padres-hijos causa vergüenza. Vemos a uno de los hijos con asma, no sé si con ánimo de preocupar un poco más al insensible espectador, o añadir intriga, y el otro, una especie de sacerdote con el pelo largo llegado de un lejano planeta que en mi indiferencia por su suerte no sé si era macho o hembra, una indiferencia total e incluso una especie de repulsión hacia él que debo hacérmelo mirar. Los matrimonios USA para este tipo de películas ya cansan, los guionistas tienen que cambiar frases como: ¿Estás bien? ¡Confía en mí! Es que hacen perder la confianza en el espectador, lo desorientan. Son cansinas de escucharlas en todas las películas, creo que empezaron hace años en las películas de dibujos de Disney. Si mi mujer me preguntara alguna vez que si estoy bien, aunque me viera por los suelos como si me hubiera atropellado un camión de 16 toneladas, tendría que ser yo quién le preguntara a ella si está bien demostrando ese interés; por favor… Realidad cotidiana, padres cansados e hijos toca pelotas.
Tras esta presentación, está la presentación de personajes que te meten en harina y la verdad es que tampoco resulta muy interesante; ya que te lo sabes y te vas adelantando a las secuencias. Repetitiva en su planteamiento, procedimientos criminales vistos en montones de películas con uso de tabletas, móviles y mecanismos inteligentes por control remoto. No hay acción más allá de lo trillado, incluso hay detalles incoherentes y pasados de rosca. Y el hecho que sea reflejo de pasadas superproducciones podría estar bien, pero la hunden un poco más. Al final una sensación de conformidad, de producto caro pero inútil, mera distracción veraniega. Te puede valer como instrumento de entretenimiento.
Tocaré el tema de la familia, su familia, porque soy muy sensible con estos apartados. En este tipo de películas tragicómicas empieza a ser ya de juzgado de guardia los modelos familiares del padre héroe proteccionista, madre multiusos e hijos tipo modelo playmóvil, es penoso lo dulzona que resulta la familia con tanto jugo de melocotón en almíbar destilando desde que se levantan hasta el ocaso del día. Es que la relación padres-hijos causa vergüenza. Vemos a uno de los hijos con asma, no sé si con ánimo de preocupar un poco más al insensible espectador, o añadir intriga, y el otro, una especie de sacerdote con el pelo largo llegado de un lejano planeta que en mi indiferencia por su suerte no sé si era macho o hembra, una indiferencia total e incluso una especie de repulsión hacia él que debo hacérmelo mirar. Los matrimonios USA para este tipo de películas ya cansan, los guionistas tienen que cambiar frases como: ¿Estás bien? ¡Confía en mí! Es que hacen perder la confianza en el espectador, lo desorientan. Son cansinas de escucharlas en todas las películas, creo que empezaron hace años en las películas de dibujos de Disney. Si mi mujer me preguntara alguna vez que si estoy bien, aunque me viera por los suelos como si me hubiera atropellado un camión de 16 toneladas, tendría que ser yo quién le preguntara a ella si está bien demostrando ese interés; por favor… Realidad cotidiana, padres cansados e hijos toca pelotas.
Tras esta presentación, está la presentación de personajes que te meten en harina y la verdad es que tampoco resulta muy interesante; ya que te lo sabes y te vas adelantando a las secuencias. Repetitiva en su planteamiento, procedimientos criminales vistos en montones de películas con uso de tabletas, móviles y mecanismos inteligentes por control remoto. No hay acción más allá de lo trillado, incluso hay detalles incoherentes y pasados de rosca. Y el hecho que sea reflejo de pasadas superproducciones podría estar bien, pero la hunden un poco más. Al final una sensación de conformidad, de producto caro pero inútil, mera distracción veraniega. Te puede valer como instrumento de entretenimiento.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Le dice The Rock a su hijo: Es normal que tengas miedo, para ser valiente hay que tener miedo. Yo le digo a The Rock, entonces es normal que seas tonto, para ser listo hay que ser un poco tonto. Sube por una torre a una altura de 120 pisos por una estructura metálica paralela al rascacielos, teniendo el ascensor al lado, que es por donde suben los policías. ¿Qué ha pasado? ¿Estaba cerrado? Un tío que rompe el único cable de un ascensor de un golpe con el hacha y le frena un ascensor con la puerta cerrada; no se entiende y no se pueden admitir tamañas incongruencias. Subiendo por los hierros se le tenía que haber hecho de día.
No existe la impresión de estar en un edificio en ningún momento. No hay escaleras, pasillos, tan sólo se ve un recinto cerrado cuando inician el fuego, luego se ve que la extensión de la planta llena de llamas no se corresponde con ese recinto o habitación donde provocan el siniestro. Lo demás son escenarios de parques y jardines de alturas inmensas, habitaciones planetarias, exteriores con turbinas en medio de las alturas; no se suben o se bajan pisos lo que hace irreal que la acción transcurra en un rascacielos. Un fiasco.
Y sobre todo la idea de crear un espacio de múltiples espejos en el ático sin que se vea la utilidad o razón de ello. Una parida sin sentido tan sólo para llegar a su uso con un final a lo del hombre de la pistola de oro. Una cosa es crear algo útil, una atracción ferial, y otra es una excusa hueca, vana, para validar un final pretencioso. En fin, se espera algo más pero uno debe admitir que sabía a lo que se exponía y hay que apechugar.
No existe la impresión de estar en un edificio en ningún momento. No hay escaleras, pasillos, tan sólo se ve un recinto cerrado cuando inician el fuego, luego se ve que la extensión de la planta llena de llamas no se corresponde con ese recinto o habitación donde provocan el siniestro. Lo demás son escenarios de parques y jardines de alturas inmensas, habitaciones planetarias, exteriores con turbinas en medio de las alturas; no se suben o se bajan pisos lo que hace irreal que la acción transcurra en un rascacielos. Un fiasco.
Y sobre todo la idea de crear un espacio de múltiples espejos en el ático sin que se vea la utilidad o razón de ello. Una parida sin sentido tan sólo para llegar a su uso con un final a lo del hombre de la pistola de oro. Una cosa es crear algo útil, una atracción ferial, y otra es una excusa hueca, vana, para validar un final pretencioso. En fin, se espera algo más pero uno debe admitir que sabía a lo que se exponía y hay que apechugar.