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España España · Pasajero 58
Voto de floïd blue:
5
Comedia Un pueblerino aragonés pluriempleado recibe un encargo insospechado: el cacique del pueblo le pide que vaya a París y traiga a su hija, a la que unos años antes echó de casa al quedarse embarazada. (FILMAFFINITY)
28 de julio de 2021
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues sí, pobre Landa. He aquí otra muestra del landismo en su máxima expresión. ¿Aconsejar la película? En absoluto. Esto es para curiosos, para gente que acepta la vida tal y como viene sin más problemas, no puede interesar pero tampoco fastidiar. Uno ve actuar a Alfredo Landa y siente por él hasta admiración, con esa energía y ese empeño en gritar, sufrir y querer agradar a toda costa; se le ve como el protagonista de siempre con el mismo papel, como Martínez Soria y esa gente, capitanes de un velero que no tiene mar; mismo perro con diferente collar. Landa es el personaje noble, el baturro noble, el pardillo, el bienintencionado, el cabezón, el sufridor, el enamorado sufridor. A vista de pájaro, no se acierta a comprender que el personaje fuera tan exitoso en su época y quedara como otro paradigma de la comicidad, pero siendo el símbolo de un género, aunque sea sin pies ni cabeza, tiene que ser prueba que triunfó y por tanto sus películas serán siempre repuestas y saldrán a flote en ciclos muy apreciados, aparecerán en el cielo de las pantallas como esos cometas siderales que vuelven una y otra vez para manifestarse y ser admirados.
Y la película es una trama que se desenrolla como si Landa fuera un detective privado, el jefe le ha dado el encargo de buscar a su hija y a su nieta y le ha dicho que andan por París. Por ahí se va a París, le dice. Y se va. Parece algo, parece una película buena, incluso Ferrandis aporta un punto original y fresco, pero el landismo no tiene lógica, el argumento inicia una trama mafiosa en la que sucederán hechos sin sentido y absurdos, sin continuidad, que con la complicidad del espectador y si éste los acepta, podrá hasta sonreír. Tal vez el método sea lícito y no haya porqué censurarlo.
Para quienes este cine patrio tan aparcado ya, siga siendo motivo de cierta curiosidad, puede ser un punto divertido, por eso dicen que con la intención basta.
floïd blue
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