Tampoco es una película llena de aciertos, puede que sea un plato un poco soso, pero esta Detective con medias de seda no es un film fallido. Es un thriller tan fácil de llevar como para ir con él, y aprovecha la gran popularidad que por entonces tenía Kathleen Turner para endosarle un personaje al viejo estilo de los sabuesos por cuenta propia. Ella es Warshawski, y, asistiendo a la presentación, ya sabemos lo que nos va a vender Kathleen Turner, al cínico y honrado detective privado que vive en un cuchitril, se levanta tarde y no tiene nada para desayunar, pero con la variedad de estar encarnado esta vez por una mujer.

Warshawski también tiene su contacto policía (Charles Durning, un valor seguro para actor secundario), tiene su ex marido, sus conocidos, y queda el caso a investigar y el caso viene de la mano de una niña, que por cierto, cumple su cometido. De fondo musical hay sintonizadores dando sabor a Superdetective en Hollywood, pero en vez de glamour, Chicago, la ciudad de los rascacielos.