Sorprendente serie que crece capítulo a capítulo y temporada tras temporada.

Tras unos grotescos primeros capítulos cargados de clichés va tomando cuerpo y puliéndose.

Uno de sus puntos fuertes, quizás el más destacable, es el desarrollo trepidante de los hechos.
No es una serie reposada que destila poco a poco su esencia sino todo lo contrario, es una veloz cascada de sucesos.

Da la impresión de que a los directores les faltaba metraje para contar todo lo que querían.

Destacar que cada temporada es independiente y que cada una ellas recrea (basándose en hechos reales) unos diez años del pasado reciente australiano.

Califico las temporadas por separado:

1º Temporada: un 6. Empieza siendo una sucesión de clichés con ridículos personajes para acabar siendo entretenida y violenta.

2º Temporada: un 8. Mucho más pulida que la primera. Le han cogido el tempo. Mejores actores. Mejor contada. Más sórdida.

3º Temporada: un 8,5. Rezuma realidad. Está tercera temporada me ha recordado a The Wire... con esto por mi parte ya está dicho todo.


Es una señora serie con mayúsculas. La franquicia ya está testeada. Los creadores saben perfectamente lo que hacen y cada vez lo hacen mejor. Han sido capaces de situar la misma serie en tres períodos y lugares diferentes con diferentes actores y personajes y se superan cada vez.

Imprescindible para los amantes del género.