Una mujer escritora descubre la maravilla del misterio y la riqueza de la realidad oculta, a través de un amigo en un viaje antilujo en un Perú encantado

Cuando era estudiante universitario la pusieron en la 2, y resultó una de esas noches fulgurantes de emoción, me transportó hacia un viaje tanto interior como exterior.
Se podría incluir en las películas de viajes iniciáticos, hacia la creencia en los temas que trata Iker Jiménez, para que nos entendamos: extraterrestres, experiencias extracorpóreas, etc, y lo hace no desde un personaje, sino desde ella misma, Mclaine, con lo cual está afirmando su implicación personal. Está bien contado, quizás exagera en el número de experiencias maravillosas, así cualquiera cree, supongo que es la influencia del cine americano, o más bien, de la audiencia americana, la necesidad de efectismo y peripecias.
En cuanto al viaje exterior, las perspectivas de la cámara, así como la elección de los paisajes apuntan con acierto hacia la subjetividad cautivada, logrando introducir en la misma al espectador. La cámara se mueve bien, el rostro expresivo en primer plano de la MacLaine es cautivador, los pequeños lugares escogidos para ciertas escenas conversacionales entre los dos protagonistas son muy adecuados para dejarse encantar con delectación.
Películas buenas de conversaciones: la Via láctea (Buñuel) La marrana (J. L. Cuerda)