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Seychelles Seychelles · Monchópolis
Voto de Monchita:
5
Drama En 1999, Stephen Glass, un joven y prometedor periodista de Washington, cae en desgracia cuando se descubre que la mitad de sus reportajes son pura invención. Fue poco después de ser nombrado director de The New Republic, cuando Charles Lane lo despidió por haberse inventado un artículo que apareció con el título "Hack Heayen". Se trataba de un artículo apasionante y de rabiosa actualidad que describía minuciosamente las andanzas de un ... [+]
24 de junio de 2012
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Stephen Glass debió pensar que la responsabilidad periodística no es relevante. Durante el tiempo que trabajó para The New Republic se inventó 27 de los 41 artículos que publicó en dicha revista. Al menos, la lealtad al ciudadano le importó bien poco porque no cumplió con el criterio de veracidad informativa.

Aunque hay que reconocer que, para ser un mentiroso compulsivo, se lo montaba bastante bien. Cada vez que presentaba un tema en la mesa de redacción, llevaba su libreta con las notas que había tomado entrevistando a la supuesta fuente. Porque sí, se inventaba hasta las fuentes y las presentaba como auténticas. Decía que la grandeza del periodismo radicaba en descubrir el comportamiento de las personas; averiguaba sus "supuestas" motivaciones, sus miedos. Incluso, en un momento de la película afirma: "esta clase de artículos también pueden ganar premios Pulitzer". Y si no, que se lo digan a Janet Cooke.

La publicación del artículo "Hack Heaven" abrió el camino para descubrir la verdad. El periodista de Forbes Digital, Adam Penenberg, empezó a investigar sobre las fuentes, lugares y hechos citados en dicho artículo y descubrió que casi todo lo que se contaba era falso. El principal problema que se encontraron los directores de The New Republic es que no podían contrastar las fuentes de Glass. Sólo tenían las notas que él presentaba como verídicas, como reales, y tenían que creer en su ética periodística. Un director no puede confiar en las anotaciones de su redactor exclusivamente si hay evidencias de que ha mentido. Debe haber alguna prueba fidedigna – una fotografía del personaje, por ejemplo – para esa confianza. Porque sin rigor informativo esos reportajes carecen de ningún valor social.

'El precio de la verdad' recoge la historia verídica del castillo de naipes contruido por Glass (encarnado por el sosainas Christensen) mentira tras mentira y su posterior derrumbamiento. Como película, no aporta nada a la industria cinematográfica. No es más que un entretenimiento pasajero. Lo importante aquí es la denuncia sobre el mal uso de la responsabilidad periodística.
Monchita
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