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Voto de Antonio Morales:
6
Western Sierra Nevada Jones llega a Montana con su padre para tomar posesión de unas tierras que han pertenecido a su familia durante generaciones. Sin embargo, unos indios aliados con un grupo de blancos quieren apoderarse de ellas y, en un enfrentamiento, matan al padre de la chica. Colorado, el hijo del jefe de la tribu rival, intenta proteger a la joven. Dentro del grupo de los blancos hay un policía infiltrado. (FILMAFFINITY)
26 de marzo de 2014
19 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si algún cineasta merece la consideración de gran olvidado es Allan Dwan. Por la magnitud de su producción y, pese a sus altibajos merece la consideración de coloso oculto. Como cineasta empezó en el periodo mudo, el cine estaba en el momento de su organización sintáctica e industrial. Gran parte de sus películas en el periodo mudo se perdieron para siempre, no obstante fue un director tan prolífico que todavía se conserva unas cuantas obras del mudo y todo el sonoro. En el libro de Peter Bogdanovich el cineasta cuando habla de su actitud ante el oficio se expone con naturalidad, sentido práctico y falta de orgullo personal.

En los años cincuenta el western y el cine de aventuras polarizaron la actividad de Allan Dwan. En la que nos ocupa, “La reina de Montana” hay un talento para la exposición de lo narrado que logra llevar adelante el film pese a un argumento algo sencillo y previsible. En ocasiones es la carencia de incisiones más profundas, la sequedad de lo expuesto, la falta de matices, la película no profundiza en los personajes, debido seguramente a un guión algo primitivo y poco elaborado, pero deja claro que la corrupción y la mezquindad afecta por igual al ser humano, tanto a los blancos como a los indios. El cineasta se decanta por el personaje femenino dotado de un erotismo soterrado encarnado por el talento de Barbara Stanwyck y un discreto Ronald Regan que le da la réplica.

Lo mejor de la película, sin duda, son las localizaciones en unas montañas y bosques de ensueño, con una estupenda fotografía en color que resultan más atractivos sus ríos y lagos. La naturaleza forma parte dramática y protagonista de la sencilla puesta en escena por parte de este artesano que casi siempre estaba al servicio del Estudio para el que trabajó. “La reina de Montana”, pese a no ser de lo mejor de Dwan, es una entretenida película de las que solían proyectar en las salas de programa doble y de sesión continua.
Antonio Morales
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