Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Antonio Morales:
2
Comedia Manoli y Fernando son una pareja de ideas comunistas que desea vivir su amor libremente huyendo de cualquier convencionalismo burgués. Al principio la pareja rechaza la ayuda de los padres de ella, pero pronto empezarán a ceder y a aceptar toda clase de comodidades. (FILMAFFINITY)
15 de septiembre de 2016
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y en mi opinión, totalmente ridícula. Como muy bien afirmaba su director, el irregular a veces, con películas mediocres como ésta y bastante lúcidas otras que filmaría más adelante: “Es una comedia de costumbres española”. Así se justificaba José Luis Gª Sánchez, que pese a ser un cineasta descaradamente de la izquierda militante entonces, era capaz de recrear con un guión del conservador y antiguo censor, Juan Miguel Lamet, una comedia de choque generacional, paródica y algo casposa sobre la hipocresía reinante.

De unos supuestos pensadores progres que se rebelaban críticos con la vida burguesa, cayendo irremediablemente en las seductoras costumbres de la vida confortable, dentro del repugnante capitalismo que por supuesto detestan, como buenos hombres de la izquierda militante. Una gran casa que les ofrecen unos suegros reaccionarios y a los que no hay más remedio que aguantar, forzados por las circunstancias. Era el nuevo cine que se vislumbraba con ansias de libertad y realismo social, mientras el dictador acababa de morir, se abrían nuevos tiempos para el cine español, con películas que pretendían dar la batalla comercial desde una cierta crítica social.

Fernando (Juan Diego) es un arquitecto pobre, enemigo del matrimonio católico, hijo de portera, que ha dejado embarazada a su novia Manoli (Teresa Rabal) una chica de familia rica, pero pragmática que asumiendo los postulados comunistas de su novio y de ella misma, intenta convencerle de llevar una vida acomodada que su pareja no puede garantizar a su futuro hijo. Los padres (José Sazatornil y Mari Carrillo) con su ancestral forma de entender la vida, no aceptan la relación de su hija con un descamisado. Todo ello da argumentos al cineasta, incluso para la propaganda subversiva de multicopista clandestina y represión política y policial, para retratar las dos patéticas Españas difícilmente reconciliables.

Si exceptuamos al matrimonio que representa la memoria del antiguo régimen, pues lo hacen francamente creíble, el resto de los personajes no terminan de empatizar con el espectador, son poco creíbles por su deficiente fisicidad para asumir el rol asignado, me refiero a los jóvenes, incluyendo a los amigos de la pareja como un histriónico Antonio Gamero, un reprimido sexual que pierde el control por unas faldas y su novia Fiorella Faltoyano más fría y reprimida que el anterior. Una película prescindible que no aporta nada nuevo a la historia de nuestro cine, que el tiempo, ese juez insobornable que no entiende los dogmas ni las ideologías, la ha masacrado sin compasión.
Antonio Morales
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow