Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Antonio Morales:
6
Cine negro. Intriga Philip Marlowe está prácticamente retirado de su vida como detective. Se ha casado y vive lujosamente dentro de la más selecta sociedad. La llamada de un amigo detective lo lleva a involucrarse en un nuevo caso en el que la pornografía es la tapadera de un asunto de mayor envergadura. (FILMAFFINITY)
29 de junio de 2014
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se trata de una película para la televisión que se estrenó en las salas de cine europeas. Impulsada por la productora del desaparecido Sidney Pollack y la HBO americana, parte de un guión del celebrado autor teatral Tom Stoppard, que adapta el último relato de Raymond Chandler, inacabado como consecuencia de su muerte. La novela, terminada por Robert B. Parker y publicada en 1962 nos presenta a un más que maduro Phillip Marlowe recién casado con la bella Laura Parker (Dina Meyer), una abogada y rica heredera que conoció en Méjico.

Situado en una fácil pero incómoda subordinación económica a su joven esposa, Marlowe, escéptico y desencantado (buen trabajo de James Caan) parece al borde del retiro, pero no podrá impedir verse envuelto en complicados asuntos de chantaje y asesinato, aunque por suerte tiene la cuartada de su esposa que pagará alguna fianza para rescatarlo de sus problemas con la policía. Las cosas se complicarán cuando decide irse a vivir con su esposa a una urbanización de millonarios llamada “Poodle Springs” que está siendo pasto de una maniobra especulativa.

No puedo decir que esta entretenida película del irregular Bob Rafelson, se acerque en calidad a las grandes y clásicas películas sobre el detective Marlowe: “Historia de un detective” (Dmytryk), “El sueño eterno” (Hawks), “La dama del lago” (Montgomery). Pero sí que es una película digna, con un buen argumento y un gran trabajo de dirección, la trama está bien narrada y desarrollada moviéndose en la admiración por los clásicos del género negro, acercándose al thriller crepuscular, tan de moda en ese tiempo. Jamas Caan sabe moverse embutido en unas horteras camisas hawaianas, entre un cierto tono socarrón y un cierto aire desmitificador, pero que yo creo básicamente cómplice.
Antonio Morales
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow