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Voto de Antonio Morales:
6
Drama. Romance Es verano y Madrid está casi desierta. Elisa (Catherine Spaak), una joven burguesa que está preparando la tesis doctoral, necesita los servicios de un fotógrafo para ilustrar su trabajo. Contrata a Pablo (Frédéric de Pasquale), un hombre algo bohemio, extraño y solitario que vive con su hijo (José Luis Alonso). A pesar de un malentendido inicial, ambos se sienten mutuamente atraídos; empieza así una relación que para ella no es más que ... [+]
10 de septiembre de 2015
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Partiendo de un relato corto de Ignacio Aldecoa, no era la primera vez que el cineasta Mario Camus filmaba una historia de este autor. Un cineasta afín a la generación literaria de los años cincuenta, a escritores como Luis Martin Santos, Rafael Sánchez Ferlosio, Carmen Martín Gaite y el prematuramente desaparecido Ignacio Aldecoa, todos ellos muy cercanos al realismo, con inquietudes sociales y rescatando a los perdedores de la guerra civil, esos olvidados que también tenían su dignidad. Camus y su guionista Manolo Marinero, se toman sus licencias, como: el protagonista Pablo (Fréderic De Pascuale) es de mayor edad, un perdedor y fracasado cargado de frustración y amargura y tiene un hijo (José Luis Alonso) que alivia su pena y le ayuda a refugiarse en un mundo de fantasía, alejado de la realidad.

Nos hallamos en un caluroso verano madrileño y la joven Elisa (Catherine Spaak) una bella burguesa de familia acaudalada, aprovecha la marcha de la ciudad de sus padres para dedicarse a su tesis doctoral para la que necesita unas fotos que le llevarán a conocer y enamorarse del maduro Pablo, que tiene inquietudes literarias pero que se conforma con la fotografía y hacer de “negro” para otro escritor. El film profundiza en las relaciones de pareja en un mundo materialista donde prima el dinero, saliendo a relucir las abismales diferencias sociales que les separan. Un drama filmado con buen pulso, teniendo en cuenta que Camus aún no estaba en su madurez creativa, de títulos tan aclamados como “La colmena” o “Los santos inocentes”, curiosamente sus mejores trabajos siempre apoyados sobre grandes novelas de la literatura española.

Los dos protagonistas son actores de lengua francesa al ser una coproducción con Suiza, por lo que el doblaje se hace inevitable. El Madrid estival de la época está muy bien presentado y forma parte importante del drama. En mi opinión, la película merece la indulgencia necesaria para pasar por alto sus defectos, que los tiene: una música a veces invasora y persistente que subraya algunas escenas innecesariamente, un empalagoso esteticismo fotográfico, errores poco significativos. A su favor, además de lo expuesto hay que añadir, que es una película muy personal e interesante que tiene una desgarradora intensidad emocional, los personajes son ricos en matices, con claras referencias literarias que enriquecen la trama: “Los amores tardíos” de Baroja que está leyendo Pablo y llama la atención de Elisa, “El lobo de mar” de Jack London”, “El demonio del mar” de Henry Hathaway, que ven en el cine la pareja con su hijo.
En spoiler describo lo mejor del film.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Antonio Morales
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