Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Antonio Morales:
8
Drama El periodista John Reed es el único americano enterrado en el Kremlin. Mientras vivió fue un activista que luchó por defender sus ideales en la tumultuosa América de 1915. Se enamoró de Louise Bryant, una inquieta mujer que luchaba por su emancipación y por triunfar como escritora. Tras dejar a su marido, Louise se fue a vivir con Reed y se integró en un grupo de intelectuales activistas de izquierdas. Sin embargo, la frenética ... [+]
2 de marzo de 2013
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando a Warren Beatty se le concedió el Oscar al mejor director por ésta, su segunda película, no faltaron comentaristas que apuntaron que un buen número de quienes la aplaudieron no sabían que su primera parte terminaba con La internacional sonando a todo volumen. Su melodía es tan desconocida para los norteamericanos que muchos ignoran que fue el himno de sus mayores enemigos. Vaya esta anécdota como ejemplo del riesgo que supuso el rodaje de “Rojos”. Una superproducción que le había llevado 10 años de su vida prepararla, más de 3 horas de proyección y 43 millones de dólares de 1981.

Era la historia del periodista John Reed, nacido en el seno de una acaudalada familia en 1987, y muerto en Rusia en 1920. Fue su amigo Lennin quien ordenó que se le enterrara en el Kremlin. Reed había escrito reportajes tan célebres como “Diez días que estremecieron al mundo” sobre la Revolución soviética. Fundador del Partido Comunista norteamericano, los grades amores abundan en su biografía. Es a través del último de ellos, el mantenido con Loise Bryant (Diane Keaton) como Beatty nos presenta esta valiente historia. Valiente porque aunque es una superproducción, recupera uno de los fragmentos más silenciados de la Historia de aquel país: el correspondiente a la intelectualidad radical del Greenwich Village neoyorquino de los años veinte. Así mientras el gran público se identifica con las estrellas, asiste a una visión equilibrada de la Revolución de Octubre de 1917 y de las luchas internas de la izquierda radical norteamericana.

Warren Beatty es hermano de Shirley MacLaine, en aquella época era pareja en la vida real de Diane Keaton, que había dejado de ser la musa de Woody Allen. Beatty era un “progre” exitoso con las féminas, promiscuo y desengañado radical, de las políticas de Johnson, Nixon, Carter, quizás buscaba una catarsis nostálgica, un retroceso en el tiempo para buscar sus raíces. En mi opinión el guión es algo irregular, pasando de soslayo por momentos y personajes importantes en ese tiempo, pero entiendo que no es fácil condensarlo todo en un film, de estupenda factura y fotografía del oscarizado Vitorio Storaro, habitual operador de Bertolucci. Es curioso que la Unión Soviética no permitiera rodar en su territorio, hubo de hacerse en localizaciones europeas entre ellas España, al parecer disgustaba tanto a conservadores americanos como a su antagonistas soviéticos, lo importante es que ha pasado a formar parte de las biografías épicas de la Historia.
Antonio Morales
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow