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Voto de Antonio Morales:
5
Musical Cuando una banda de swing que está de gira llega a su pequeño pueblo, Connie Ward se enamora del trompetista Bill Abbot y decide casarse con él, ya que la banda se va tan rápido como llegó. Muy poco preparada para su nuevo estilo de vida, Connie lucha por adaptarse a los constantes viajes de un pueblo a otro, y también a la mezquindad de las esposas de los otros músicos. (FILMAFFINITY)
13 de marzo de 2015
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nefasto título en español para “Orchestra Wives”, una película intrascendente y previsible a la mayor gloria del rey del swing, Glenn Miller – bastante soso como actor, por cierto – y su orquesta (Gene Morrison y su banda en el film). El título original hace alusión, naturalmente, a las esposas de los músicos de una banda de swing, a su soledad y sacrificio de tener que viajar constantemente en gira durante meses, de costa a costa por las ciudades de los Estados Unidos, en ocasiones en tren y otras veces en el autocar de la propia banda, por ese motivo he titulado esta reseña como “la orquesta en la carretera”. En aquella época, no existía la televisión y la forma de darse a conocer además de la radio y los discos, era dando conciertos los fines de semana en que la gente solía asistir a bailar.

La película de Archie Mayo, un director poco destacable, tiene una trama nada original, en la que asistimos al enamoramiento de una fan con un miembro de la banda, el trompetista Bill Abbot (George Montgomery) y la joven Connie Ward (Ann Rutherford). La inadaptación de la nueva esposa con el resto de cónyuges, los chismes, rencillas, celos e infidelidades que acontecen en este tipo de historias sentimentales. No cabe duda que el argumento es un mero pretexto para disfrutar de las maravillosas melodías de Glenn Miller y su orquesta muy famoso por aquella época.

Resulta curioso que no incluya en la película sus éxitos más sonados: “In the Mood”, “Strings of Pearls”, “Moonlight Serenade” o “Pensilvania 65000”. Tras realizar esta película Miller se alistó en el ejército donde actuaba con su banda para las tropas. El 15 de diciembre de 1944, partió en un avión monomotor desde el aeródromo de Twinwood, 50 millas al norte de Londres. Se dirigía a París, para iniciar su gira artística, desapareciendo en extrañas circunstancias, recomiendo consultar Wikipedia. En todo caso, siempre nos quedará su música personal e intransferible, las melodías inolvidables de uno de los músicos más grandes del siglo XX. Recomiendo “Risas y lágrimas” (The Glenn Miller Story, 1953) de Anthony Mann, un estupendo biopic sobre Miller encarnado por James Stewart, donde sí interpreta todas sus mejores melodías.
Antonio Morales
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