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Voto de Antonio Morales:
6
Cine negro. Intriga En una playa de Massachusetts, es hallado un cadáver que es casi un esqueleto. Peter Morales (Montalban), un detective de Boston, lo lleva a Harvard, donde el doctor McAdoo (Bruce Bennett) determina que corresponde a una mujer que estaba embarazada y fue asesinada. Las investigaciones de Morales lo conducen a Henry Shanway (Marshall Thompson), un joven recién casado que parece no contar toda la verdad durante el interrogatorio al que se le somete. (FILMAFFINITY) [+]
25 de febrero de 2016
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Palabra inglesa que define a ese tipo de películas de investigación policial que busca a “quién lo hizo”, eran films en el que el misterio se basaba en resolver quién era el culpable. John Sturges, cineasta que se conoce más por sus films que por su obra, dirige con buen pulso este policíaco de serie B para la Metro, cuando aún no había realizado los excelentes westerns por los que se hizo popular ("Duelo de titanes", "El último tren de Gun Hill" y “Los 7 magníficos”). En este caso sale airoso de un thriller (precedente claro de las series de investigación forense, tipo CSI) con un estupendo guión de Richard Brooks que luego se pasaría a la dirección de grandes películas. “La calle del misterio” es un interesante film policíaco que pertenece a la primera época del director de “Conspiración de silencio”, para mí su mejor obra.

El argumento, adaptado de una obra de Leonard Spigelgass estuvo nominado al Oscar de 1950. Narra el infortunio de una joven chica de alterne, su cadáver esquelético es encontrado en una playa del estado de Massachusetts. El detective Peter Morales (Ricardo Montalbán) lo trasladará a la universidad de Harvard para que sea examinado por el Dr. McAdoo (Bruce Bennet). Éste dictamina tras un concienzudo examen forense, que la joven estaba embarazada y fue asesinada. El agente buscará al culpable a través de una agenda personal de teléfonos de los clientes de la chica.

Lo más atractivo del film, además de la estupenda fotografía y ambientación, es el retrato de los personajes sospechosos, esclavos de sus debilidades, y las amistades que frecuentaba la desdichada joven en esos tugurios de copas. Lo variopinto de sus clientes y la extraña dueña de la pensión (Elsa Lanchester), con su comportamiento perverso y sibilino, corroída por la ambición, así como la compañera de hospedaje (Betsy Blair que trabajaría más tarde en la “Calle Mayor” de Bardem), y que ayudará al detective a esclarecer los hechos. Una película sin grandes pretensiones que refleja las pasiones humanas más primarias, unido a los avances de la ciencia para identificar a los cadáveres y contribuir eficazmente con la institución policial. Una película muy poco vista y casi desconocida para los aficionados que, por supuesto la recomiendo.
Antonio Morales
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