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Voto de Antonio Morales:
3
Drama El misionero español Santiago Hernández llega a una región de la India, para suceder al padre Daniel, gravemente enfermo y que fallece pocos días después. Sandem, traficante y usurero, presta dinero a los indígenas, que son obligados a trabajar como esclavos en una mina cuando no pueden pagar sus deudas. Para acabar con esta situación, el padre Santiago se responsabiliza de las deudas de toda la tribu. Pero cuando vence el pagaré que ha ... [+]
2 de febrero de 2016
5 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los premios del Sindicato Nacional del Espectáculo, era una forma de promocionar al Nacional Catolicismo imperante en aquel tiempo, de esta forma se protegía el cine más complaciente y servil a la causa. Resulta asombroso por su escasa calidad que una película tan mediocre y soporífera, fuera premiada por tan sospechoso organismo afín a la doctrina ideológica de la Iglesia y del régimen franquista. Y no lo digo por el carácter religioso de la cinta, porque hubo películas religiosas muy dignas de Rafael Gil (La guerra de Dios) o Nieves Conde (Balarrasa), interpretada esta última por el propio Fernán Gómez.

El guión que le encargó el episcopado a Vicente Escrivá se basa en una parábola de Jesús. Narrando las penurias del misionero Santiago Hernández en la India, para sustituir a un enfermo y anciano misionero. Santiago deberá ganarse la confianza de sus feligreses y luchar contra los intereses espurios de los aventureros y exploradores esclavistas.

Del santo Evangelio según san Lucas 10, 1-12
“En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos, y los envió de dos en dos delante de sí, a todas las ciudades y sitios a donde él había de ir. Y les dijo: La mies es mucha, y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies. Id; mirad que os envío como corderos en medio de lobos”.

Predicando el dogma de la fe católica en una ridícula India recreada en Málaga, donde no ves ni un solo inglés merodeando por allí, donde se supone que era una Colonia Británica, y donde los nativos indios lo encarnan gitanos de la zona malagueña, en definitiva una ambientación nefasta y absurda. Ni siquiera la salva el gran Fernando Fernán Gómez, que no está acertado con su personaje con esa barba andrajosa indigna de un sacerdote católico. Uno de los peores trabajos de José Luis Sáenz de Heredia, que pienso se apuntó a producirla y dirigirla meramente por el dinero en subvenciones que le debieron adelantar. Un fiasco que no transmite ni siquiera el noble mensaje para la que fue concebida.
Antonio Morales
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