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Voto de Antonio Morales:
7
Aventuras. Drama Gladys Aylward, una intrépida misionera británica, creó en China un albergue para acoger a los agotados y hambrientos viajeros que recorrían las montañas. Consiguió, además, ganarse la confianza y la admiración de los hostiles nativos, enamorar a un coronel euro-asiático y convertir al cristianismo a un poderoso mandarín. Pero su mayor hazaña la logró cuando en 1938, ante la inminente invasión japonesa, llevó a cien niños sin hogar a ... [+]
21 de junio de 2013
13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
El canadiense Mark Robson, es un cineasta todo-terreno autor de melodramas y cine social muy relevantes: “Más dura será la caída”, “El ídolo de barro”, “Desde la terraza” o “El premio”, nos ofrece la biografía novelada de la británica Gladys Aylward, una misionera de vocación con una voluntad inquebrantable, que pese a las adversidades, logra su propósito de servir a sus semejantes desde la fe más profunda, además de encontrar el amor como mandan los cánones cinematográficos.

Robson, que es un artesano al más puro estilo Hollywood, realiza una narración lineal y detallada, desde que Gladys (una Ingrid Bergman, que hipnotiza al espectador con su talento y belleza madura) llega a Londres procedente de Liverpool y con la intención de viajar a China como misionera, pues según ella, ha escuchado la llamada de Dios. La película se mueve entre el melodrama y la aventura, en un periodo convulso en esa zona asiática. Estamos en 1938 y los japoneses en su política agresiva de expansionismo, está a punto de invadir unas tierras feudales, donde reinaban los mandarines.

Gladys trabaja denodadamente para crear ese albergue soñado para ayudar a niños huérfanos y pobres enfermos, ante la hostilidad de los nativos, de los que ella que casi desconoce su cultura y lengua, los conflictos políticos y sociales le llevan a conocer al un coronel euroasiático (estupendo Curd Jurguens) y a un jefe Mandarín (discreto Robert Donat), estupenda fotografía de Freddie Young en Cinemascope, rodada en escenarios naturales y con una espléndida música. Entretenida y a ratos emocionante. Bajo las peripecias de nuestra infatigable heroína, subyace esa conocida máxima: Todos en China se desean cinco felicidades: poder, longevidad, salud, virtud y una muerte dulce. La sexta felicidad es aquella especial o particular que cada uno busca en la vida por sí mismo.
Antonio Morales
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