Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Antonio Morales:
7
Drama Año 1952. Un mítico guerrillero, conocido como "El Andarín", baja a la verbena. Una niñita le mira con sus grandes ojos. Unos años más tarde aquella niña se convierte en una hermosa mujer, Amparo, enamorada del noble "maquis". Pero el Andarín es ya un ser señalado por el destino como perdedor. Refugiado en lo más intrincado de un hermoso bosque, se ha convertido en una fiera acosada. Amparo ve con alegría la vuelta al hogar -tras varios ... [+]
16 de febrero de 2017
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las películas de Gutiérrez Aragón siempre tuvieron un carácter testimonial, haciendo referencia a un periódico histórico de España, perfectamente identificable con una época y hechos concretos, desde su innegable barniz existencialista. En este sentido “El corazón del bosque” usa el maquis como telón de fondo, como elemento omnipresente e instrumento de narración, extrayendo su raigambre popular y aumentando el carácter de mito histórico que representa. Una historia dura sobre las secuelas de la Guerra Civil, que goza de claros tonos poéticos y nada realistas, enmarcada en el mundo mágico del bosque, pero con la fisicidad de una fotografía antropológica, cargada de humedad, brumas y atmósferas irreales, es la fascinación por la naturaleza contada más con imágenes que con palabras. Aborda temas como la angustia, la soledad, el amor y el odio, el traidor y el héroe con el compromiso dentro de la militancia política, el cambio de los tiempos como también lo vivía el propio cineasta santanderino, ex-militante del partido comunista en el periodo de la transición a la democracia.

En 1942, “El Andarín” mantiene con su grupo una resistencia esperanzada. En 1952, es un elemento residual surgido de una guerra perdida, es un exiliado interior, convertido en bandolero. Sin embargo, es un hombre acorralado y su resistencia está condenada al fracaso, pero alcanzará una dimensión heroica. En este sentido, el guerrillero antifranquista que prolongará su lucha incluso por encima del mandato de sus superiores adquiere un carácter de mito. “El Andarín” (Luis Politti) es inasequible, solitario, valeroso, heroico y siempre inalcanzable. Un ingrediente sin el cual personaje y trama nunca lograría toda su densidad es la relación del guerrillero con el pueblo. Este vínculo fue un aspecto esencial para la pervivencia del maquis y dio pie a una particular mitología: la leyenda del maquis, un personaje que entronca con la tradición de esos seres misteriosos que en los cuentos populares fascinaban al mismo tiempo.

A diferencia de otras películas sobre el tema, con mucha más carga ideológica que las lastra, este film resuelve y extrae sus mejores resultados, uniendo a la lectura política que la historia contiene, otra de índole antropológica e irreal. Los dos periodos que establece la película, el prólogo situado en 1942 y el presente que transcurre en 1952, marcan el cambio de consideración del pueblo respecto a “El Andarín”, del héroe al mito que ya pertenece al pasado. Así, dejará de ser el dirigente guerrillero, seductor que bailaba con las mujeres del pueblo, bajando de la montaña en el primer momento de la historia, para convertirse en una alimaña, solitario y enfermo que se esconde para no ser visto por nadie. Cuando su lucha pierde vigencia, el partido político clandestino encarnado por Juan (Norman Briski) lo deslegitima. Esta relación entre el mito político -el maquis- y la realidad de la España rural durante el franquismo es un elemento clave de la película.

Amparo y Suso son los personajes que representan la vinculación del guerrillero con el pueblo. Amparo es su último apoyo y la que vive más intensamente esa seducción/rechazo que ejerce. En el prólogo de la película, en 1942, ella es la niña que lo sublima mientras escuchamos un pasodoble o la evocadora “Solamente una vez”. En 1952, tras haber sido su amante, tiembla de miedo y de asco. Gutiérrez Aragón suele dar especial importancia a los personajes femeninos. Amparo (Ángela Molina) es un personaje fascinante que sirve de enlace entre todos los personajes masculinos de la película. Suso (Víctor Valverde), el novio/marido de Amparo es el perfecto exponente del cambio de actitud del pueblo. Excelente obra desde un planteamiento más artístico que político, el film me parece muy acertado y siempre perdurará el arte cinematográfico por encima del mensaje político subjetivo de reivindicación.
Antonio Morales
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow