Lo que caracteriza a los clásicos es que su contenido, sus reflexiones, su mensaje y su sabiduría es inalterable al paso del tiempo, si señores, el tiempo es ese juez insobornable que no entiende de circunstancias, de modas, caprichos u ocurrencias. Porque lo que cuenta no tiene edad, son valores inherentes a la condición humana: el atropello por parte del poder establecido, la tiranía, la justicia, el amor, la lujuria, la indignación de un pueblo que no puede por más tiempo, aguantar la humillación y la injusticia, son valores que no caducan, porque se repiten constantemente, forman parte de la imperfección de los humanos. La obra se basa en un episodio histórico que ocurrió en Fuente Ovejuna, un pueblo cordobés en 1476. Es la época de la reconquista y de la sociedad feudal tardía. Este pueblo es sometido no a la monarquía sino a la Orden de Calatrava.

“Fuenteovejuna”, pertenece por derecho propio a ese puñado de clásicos incontestables que nunca defraudan. Aquí asistimos a una versión academicista de Antonio Román con un gran presupuesto y una excelente ambientación, que supone la primera adaptación para la gran pantalla de la inmortal obra de Lope de Vega. Narra lo acontecido en una humilde villa, Laurencia (Amparo Rivelles) es una vecina de toda la vida de Fuenteovejuna e hija del alcalde, que espera ser feliz al lado de Frondoso (Frenando Rey), un hombre que la adora y del que se ha enamorado completamente. Pero la llegada del Comendador del lugar Fernán Gómez de Guzmán (Manuel Luna), un ser abyecto y miserable, hará de su historia una tragedia cuando se interponga su deseo por la mujer.

El programa de la 2, “Historia de nuestro cine” está recuperando para los jóvenes aficionados y el público en general, una serie de películas poco conocidas y casi olvidadas, que merecen una revisión al menos para cumplir con muchos espectadores que jamás han tenido la ocasión de verlas, bien porque no se han editado en DVD, quizás consideradas poco comerciales, bien porque no se tenían los derechos de emisión. Pronto se cumplirá un año de proyección de películas españolas producidas ente los años 30 y el 2000, que abarca la historia del programa y que las agrupa y presenta por temas semanales, en total unas 690 películas en el plazo de tres años. Para la mayoría es una novedad y para los más veteranos una ocasión de comprobar si mantienen su opinión sobre cada film, después del tiempo transcurrido.