Es muy posible que el compositor de este hermoso y legendario pasodoble, Antonio Álvarez Alonso, nunca pudo imaginar, que cuando mostró a sus amigos una melodía en forma de pasodoble escrito sobre una mesita del café, donde actuaba en Cartagena, con el paso del tiempo se iba a convertir en la melodía paradigmática que inspira el folclore, la cultura y el sentimiento más ESPAÑOL. Sí, lo escribo con mayúsculas deliberadamente, ya sé que siendo un gentilicio debería ir en minúsculas, pero como estoy harto de que en algunas regiones del territorio nacional, debido a la presión independentista, todos sus símbolos y lo que “huele a español” es despreciado cuando no prohibido: las corridas de toros, pero no los “correbous”, el himno abucheado, la bandera ultrajada y sustituida por una inconstitucional, y la lengua de Cervantes que hablan 500 millones de personas es denostada y considerada como lengua extranjera en mi propio país.

Pobre de ti si osas colocar en el bacón de tu casa la bandera constitucional, la de todos, porque serás insultado como un cerdo fascista, pero si tienes colocada una ilegal, entonces te consideran un tío cojonudo. No es mi intención hablar de política en este foro, solo expongo hechos constatables y cotidianos, pero como ciudadano español me parece intolerable lo que está ocurriendo, las leyes no se cumplen o se ignoran en algunos territorios. Somos un gran país, una nación próspera respetada y valorada en el mundo, tanto en Historia como en cultura y debemos sentirnos orgullosos de ello.

Benito Perojo rodó esta coproducción en Alemania, durante la Guerra Civil española. Simpática comedia musical, tópica y folclórica, en el mejor sentido de la palabra, a mayor gloria de una de las estrellas de la época, Estrellita Castro acompañada por unos entrañables secundarios que protagonizan en una Sevilla cañí, una historia cercana al cuento de cenicienta en el que una joven lavandera, “Sole” una chica con talento para el cante y el baile. Gracias a su esfuerzo conseguirá triunfar en el mundo del espectáculo, destacando por encima de todos los números musicales , la canción “Suspiros de España”, el más bello pasodoble jamás escrito, que en la película sirve como evocador lamento y recuerdo de emigrantes que añoran su tierra. Una película que tiene mucho más valor histórico y sentimental que artístico, pero que se ve como testimonio de una época que espero nunca se vuelva a repetir.