A mí me gustan las películas sobre caballos e hipismo. Donde haya una siempre las veo. Aquí logré pescar ésta: Ma bonne étoile con el actor de piedra: Christopher Lambert, un hallazgo inesperado porque le creía desaparecido por completo para satisfacción del mundo de la interpretación. Ma bonne étoile me recordó mucho a la SECRETARIAT de Walt Disney, es decir, un cine edulcorado distante de la realidad y hecho sin mayores pretensiones salvo las de entretener. A diferencia de los estadounidenses, que se botan técnicamente al mostrarnos con entusiasta realismo los detalles de una carrera, los franceses carecen de esto. No obstante, la fotografía y el respeto que sus productores les profesan a los hermosos “bucéfalos” compensan con creces ésta falta. En Francia, las carreras de trotones es su marca de fábrica, una especialidad, diríamos que nacional. Hace menos de dos años (2013), por motivos de un viaje académico, tuve el privilegio inesperado de presenciar el hipódromo de Vincennes el Prix del L´Amerique, el clásico o carrera más prestigiosa de los trotones en Francia y el mundo. Ma bonne étoile tuvo el mérito entonces de conectar recuerdos y de revivir un momento feliz.