Muy inteligente para haber sido boxeador! Sólo que como negro y pobre fue la única vía de ascenso social que logró.

Fue un peso medio que se convirtió en el más grande campeón de los pesos pesados. Fue un "científico" y también artista en un deporte brutal que niega los refinamientos.

Alí, fue además un líder público de la comunidad negra en USA. Abrazó el islam y creyó. No aceptó ser reclutado para ir a Vietnam aduciendo que los vietnamitas nada le habían hecho. No cedió al chantaje patriótico al que la mayoría cede. Aquí traspasó su propio Rubicón.

Hombre de principios e íntegro en un mundo que se mueve en dirección contraria. Se dio cuenta que no podía ir contra el sistema y aun así lo enfrentó con valentía. Pagó cárcel y el desprecio de la sociedad blanca. Luchó a contracorriente y su éxito fue su escudo.

Sus peleas contra los mejores boxeadores hoy son leyenda. Frazier y Foreman fueron sus cimas. Al primero le venció por épica y al segundo con una estrategia kamikaze.

Sabía que en el ocaso de su carrera debía retirarse y lo decía al finalizar cada combate. Sólo que renegaba de esa opción porqué estar jubilado lo sacaría de circulación. Larry Holmes lo sacó a fuerza de realidad.

No solo le interesó el boxeo sino la actividad pública como líder prominente de los derechos civiles de los negros. Sabía de la discriminación racial y de los estragos de la pobreza en la auto estima de las personas. Nacer negro en los Estados Unidos era y sigue siendo hoy en pleno siglo XXI una condena.

Fue un gran vendedor dentro de su propio negocio. De verbo fácil e histriónico le gustaba fanfarronear ante las cámaras de televisión. No obstante a la hora de la verdad en cada combate lo hacía como el más competente profesional.

Contra Foreman utilizó la táctica de ser demolido para agotarle y luego contraatacar y vencerle. Algo inesperado, épico, conmovedor y glorioso. Su cuerpo no resistió tanto aporreamiento. Ya al final era un alma en pena. El mal de Parkinson fue la consecuencia trágica.

Alí fue un hombre clave para entender el siglo XX. Su recuerdo en términos generales es muy positivo. Fue un campeón de verdad. Y este documental de Fuqua lo retrata muy bien. Su apego por la "verdad" fue heroica en un sentido humano y real. Cuando ya todos sabemos que vivir en la verdad implica enfrentar el torrente de convenciones que "normalizan" la hipocresía.