Una chica tras su rehabilitación (1) vuelve a casa y se encuentra envuelta en una vieja maldición del pueblo donde ahora reside su familia (2).

Los protagonistas Josh Henderson, Leah Pipes y Kristin Cavallari muestran su incapacidad para convencer a nadie que no sean parientes en primer grado y el inefable Lou Diamond Phillips lo acaba de arreglar. De semejante bodrio sólo se salvan el estupendo Geoffrey Lewis que siempre está bien y las huellas dactilares (muy acertadas en su interpretación), el resto se lo podía haber ahorrado un polifacético Harry Basil que además de director - entre otros oficios - es un chapuzas.

Mala hasta decir basta.