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Voto de princesadelguisante:
8
Drama. Romance La historia de un ejecutivo joven japonés que, a través de Internet, consigue dar con su sueño; conseguir un coche modelo Citröen DS de 1967, también llamado "la diosa" por su buena línea y funcionamiento. Tras descubrir que puede comprar una diosa en Australia, viaja hasta allí para recogerla. Pero a su llegada descubrirá que el coche también tiene una historia: una joven ciega y emocionalmente inestable, que le acompañará en un camino ... [+]
14 de junio de 2010
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Más que una película, La diosa del asfalto es una experiencia en la que la directora Clara Law, de origen chino, pero que estudió en Londres, juega al despiste, pues en sus propias palabras esta película pretende ser una obra “misteriosa y ambigua”.

El prólogo podría ser desalentador y demasiado extraño para un público conservador, pero cumple dos funciones esenciales; primero, preparar al espectador para el aluvión que le espera, que después de un inicio tan impactante resultará menos incómodo e improbable; segundo, presentar a uno de los dos escasos personajes que van a deambular por el largometraje, describiendo sus características fundamentales.

Esta película podría describirse como ecléctica y postmoderna. Es un pastiche extraño que, sin embargo, no resulta hermética y se percibe de manera bastante natural e hipnótica. Aúna diversos géneros, como el drama, el terror en algunos tramos y planos, el humor, el surrealismo, hasta con mensajes y citas publicitarias o estadísticas que aparecen de improviso y todo ello fusionado como una “road movie”.

Sus principales defectos son los relativos al guión, elaborado conjuntamente entre la directora y su marido, Eddie Ling-Ching Fong, que no llega a revelar todos los misterios ni a atar todos los cabos, pues la historia está claramente puesta al servicio de los sentidos y especialmente de la apabullante parte visual. La fotografía es bella, rara, colorida, impactante y, no en vano, este apartado se encomienda a un fotógrafo australiano, Dion Beebe, ganador del Oscar por “Memorias de una Geisha”. Las mayores virtudes, además del plano artístico citado, son la originalidad de la propuesta, con ideas brillantes, y la coherencia que alcanza a pesar de la rareza que representa. Como muestras de esto último, basta intentar indagar en los diversos paralelismos simbólicos que, a modo de pistas, se van intercalando en el filme (las ratas, el plano desde el árbol, el baile) que aparecen repetidos pero con significados radicalmente diversos en cada sección del filme.

No cabe duda de que el personaje mejor descrito es el de la ciega, interpretada de forma sobresaliente por Rose Byrne, cómo no también australiana, y que nos tiene acostumbrados a su facilidad para amoldarse a todo tipo de papeles y géneros (“Troya”, “Sunshine”, “28 semanas después”o “Adam”). Para preparar su papel en La diosa del asfalto, aprendió y practicó durante cuatro semanas mímica para poder expresar con el cuerpo los sentimientos de este personaje. En el festival de Venecia de 2000 consiguió la Copa Volpi a la mejor actriz. Y no es un papel fácil, pues su dolorosa existencia, narrada en forma de flashbacks, explica su inestabilidad, su fragilidad y su desconfianza.
princesadelguisante
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