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Voto de Maria_Luisa71:
10
Comedia. Drama La historia de un falangista reconvertido a ermitaño que queda atrapado al cuidado de una higuera después de sentir la mirada de odio de un niño de diez años, hijo de una de sus víctimas, que despierta en él la certeza de que cuando crezca, lo matará. (FILMAFFINITY)
30 de noviembre de 2017
10 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuantas más veces la veo, más me gusta, y la he visto ya tres veces. El arranque de la película con el coche de los falangistas, a vista de pájaro, acompañado por la música, excelente de Adrian García de los Ojos, y Aitzol Sarachaga, y fotografía de Josu Inchaustegui, escena que culmina en el caserío de los Urbieta, permite intuir la buena película que vamos a ver.

La película se mueve entre el drama y la comedia negra, pero fusionando ambos, de modo que tras una primera parte, esencialmente dramática da paso a una comedia, en la cual, es inevitable reir, con la pareja de Karra, y Pepa Aniorte, con tintes esperpénticos, y fantásticos, pero sin abandonar el drama, siempre presente. Creo es un mérito de la dirección, la confusión de ambos géneros, la mezcla hasta en la escena última de la película porque por debajo, de la fábula, comedia, esperpento, no se olvida en ningún momento, que el ermitaño, está ahí, por la madre del cordero, la higuera, y lo que la misma esconde, y la muerte violenta, es sin duda la mayor de las tragedias.

La película basada en la novela de Ramiro Pinilla, premio Nacional de Narrativa, cuenta la historia de un falangista, que obsesionado por la mirada de odio de un niño, hijo y hermano de las victimas, que Karra ha asesinado, se convierte en ermitaño, al cuidado de la higuera, que planta, el chico, y bajo la que yacen los cuerpos enterrados, de su padre, y hermano, no decepciona, gusta, y mucho, Ana Murugarren consigue lo imposible, hacer una película con una visión de la guerra diferente, contada desde el punto de vista, de los vencedores, pero con un tacto exquisito, humaniza al falangista, con el personaje de Rogelio, interpretado magistralmente por Karra Elejalde, de tal manera, que al final si hay una moraleja, es la inexistencia de vencedores, y vencidos, y la sin razón, no creo que sea una fábula sobre la culpa, no tengo claro, si Karra, se queda en la higuera, por culpa, remordimiento, para evitar su propia muerte, por admiración hacia la valentía del vencido, para resarcirle de su pérdida, que aunque inevitable, enmarcada dentro de la purgación del mal, (por eso digo que no hay un arrepentimiento del propio acto), no deja de ser una pérdida, dolorosa para la otra parte en el conflicto, o lo que más creo, para dignificar la memoria de los muertos. En esa humanización del personaje se comprende, el acercamiento al niño, y el cumplimiento de la condición.

Brillante dirección, buenos actores, tanto principales, como secundarios, me gusta especialmente Pepa Aniorte, todo un descubrimiento para la comedia, los mejores momentos de la película son sin duda, la pareja de Karra, y Pepa, y la de Karra y Areces. Destacada la interpretación de Mikel Losada, y de Andrés Herrera, así como Ylenia Baglietto, y de todos los demás (Azucena Trincado, la cuadrilla, Jordi Sánchez, Enriqueta Vega, Quique Gago, Alen López, Ramón Barea, June, Pinilla, etc), incluidos figurantes, entre quienes me incluyo, porque se partió de un casting impecable. También está muy bien el niño, Marcos Balgañon Santamaría desprende una ternura, y una fuerza en la mirada, a iguales partes, reseñar la bajada de pestañas, que parece decir “riega”, que remueve la conciencia, y nos obliga a hacer memoria.

María Luisa Santamaría Esnaola
Maria_Luisa71
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