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Estados Unidos Estados Unidos · Nueva York
Voto de Salvapantallas:
8
7,3
10.859
Animación. Drama Cuenta la historia de un viejo mago que trata de no defraudar a una niña convencida de que sus trucos de magia son reales. Segunda película del director de "Bienvenidos a Belleville", basada en un guión de Jacques Tati que nunca fue producido. (FILMAFFINITY)
15 de enero de 2012
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
(Entre en la historia)

1942. Lido, París. Entre lentejuelas y mucho maquillaje blanco, una austriaca a la fuga del régimen germano presenta al mimo y cómico más prometedor de la sociedad parisina víctima de la ocupación, Jacques Tatischeff. Él sale al escenario y hace reír, ella se ríe y engalana. Tras la función, ambos comparten miradas, él la abraza y en cuestión de pocas horas ella encuentra un romance con aquel larguirucho personaje, ambos oportunistas, ambos deseosos de la realización profesional. Pero la naturaleza interrumpe sus caminos. Ella queda embarazada y comprende que debe afrontar. Él, temeroso, es aconsejado a abandonarlas. Helga nacería sin apellido paterno.

1949. France. Helga, sola en un colegio internado, sin su madre escondida en el norte del África, es llevada a una función de Les Vacances de Monsieur Hulot y ve a su padre, del cual no le habían ocultado la identidad, por primera vez en la pantalla grande. Se queda maravillada. Deciden hacer un acercamiento con el todavía novel director, pero los esfuerzos son en vano. Los rumores de la hija de Tati no lo intimidan y él, quien se había desecho legalmente de cualquier responsabilidad cinco año atrás, le cierra las puertas a un reconocimiento.

1958. Helga había regresado a Marruecos, solo para que las cosas se pusieran peores. Su madre había regresado a Viena luego de la Independencia, y también en el país de africano se olía descolonización. Sin el reconocimiento de un padre francés, la niña no podía tener esos papeles. Tampoco el austriaco por cuestiones de la reconstrucción. Su historia y el misterio de su verdadero padre, para su suerte, la llevó de regreso a Francia, como au pair, a los dieciseís años, y con el estreno de Mon Oncle su presencia en la capital creó una controversia en los medios: ¿era la hija abandonada del gran director, tan bondadoso y aleccionador con los niños? Su voz nunca se llegó a escuchar, calló por temor al rechazo, la callaron por temor a la desvaloración del gran hombre del cine cómico en el país. Nuevamente Tati dijo desconocerla.

1982. La muerte del gran director dejó un vacío irremplazable en el cine francés. Hacía esta década, Helga contrajo matrimonio con un joven empresario británico que la llevó a vivir cerca al país de las gaitas y el kilt. Siguió los caminos del entretenimiento de sus padres y se dedicó a las danzas y el teatro. Cuando pidió el apellido de su padre para poder por fin legalizar su situación en algún país, en este caso con la nacionalidad británica, finalmente el francés, ya retirado, quebró su posición y dio a los rumores un final positivo: Helga Tatischeff Schiel.

(Abajo, la elaboración del guión original y el giro con la película)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Salvapantallas
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